Consiste en la utilización de protocolos de tratamientos para limpiar el organismo de metales tóxicos (mercurio, plomo, arsénico, etc,) que se han acumulado por la exposición continua, generalmente inconsciente y que producen síntomas inespecíficos.
Los metales pesados, son aquellos metales que causan un impacto ambiental debido a su toxicidad y cuya propiedad principal es tener una densidad aproximadamente superior a 6 g/cm3 y que en concentraciones altas producen toxicidad en diferentes órganos (especialmente en riñones, hígado, cerebro, corazón, pulmones, piel, etc) que generalmente se manifiestan de forma inespecifica lo que hace difícil su diagnostico.
Los elementos metálicos están presentes en los ecosistemas acuáticos a muy baja concentración, son denominados elementos traza. Algunos son nutrientes esenciales para las plantas y los animales. Sin embargo, la implementación de metales en los procesos industriales han permitido que grandes concentraciones de metales pesados potencialmente tóxicos sean emitidos a la atmósfera y vertidos en los ambientes acuáticos y terrestres siendo las aguas residuales de origen domésticas, las plantas térmicas, las fundiciones y las acerías, la minería, la agricultura las principales fuentes.
Los principales metales pesados que afectan la salud humana son el plomo, el mercurio, el arsénico y el vanadio, sin descartar la presencia de otros metales que generalmente se relacionan con exposiciones especificas producto de condiciones laborales.
La eliminación de este tipo de toxico demanda protocolos de quelacion específicos que permita la eliminación lenta y progresiva de estos, evitando la movilización a otros órganos y la aparición de toxicidad agregada.